Ya sea por la necesidad de llegar a alguna cita importante o por el bien común de todos los pasajeros, un hombre decide sustituir al conductor de un autobús de Bogotá que abandonó su puesto de trabajo en una de las paradas de su trayecto.

"No todo el mundo que se sube a un autobús sabe conducirlo. Eso es un peligro", comenta la colaboradora de Aruser@s María Moya. "Y aún sabiendo, se está jugando la vida, porque si luego tiene un accidente o incidente, va a la cárcel de cabeza", apunta Alfonso Arús.

Las malas condiciones laborales motivaron al chófer a bajar del vehículo que él mismo conducía. Entre las airadas protestas de los viajeros, el conductor, visiblemente molesto, se despide de su ocupación y se apea del autobús, tal y como podemos ver en este vídeo.