Robregordo cuenta con un censo de 45 personas, pero por sus calles, especialmente en esta época del año, no camina ni un sólo vecino.

Se trata de la localidad menos poblada de la Comunidad de Madrid y su alcaldesa trabaja "constantemente" para conseguir ayudas que fomenten la actividad en este pequeño pueblo. Así nos lo explica la única persona que encontramos por la calle, un trabajador del Ayuntamiento, que nos cuenta cómo viven los vecinos.

Como en muchos otros pueblos de la, ya conocida, Laponia Española, Robregordo no tiene tiendas, centro médico ni farmacia. El panadero va a diario con una furgoneta, el médico les visita dos días a la semana y la carne y el pescado se vende a domicilio semanalmente.

Con el único establecimiento que cuentan es un bar que abre a media tarde para que, exactamente, tres personas tomen el café. Un local que sobrevive gracias a la ayuda de la alcaldesa y que los fines de semana aumenta su público.

Esto es muestra de una despoblación alarmante que está afectando a las zonas españolas más rurales: Segovia, Burgos, La Rioja, Soria, Guadalajara, Cuenca, Teruel, Zaragoza y las zonas de interior de Castellón y Valencia están sufriendo las terribles consecuencias de un éxodo rural que está provocando el abandono de muchos pueblos.