Esta calle de Nueva York quedó completamente repleta de la ropa de este señor que decidió serle infiel a su mujer . La señora, al pillarle 'in situ' teniendo una aventura con otra persona, tuvo clarísimo qué era lo que tenía que hacer: librarse de todas las pertenencias de este hombre, que, a juzgar por estas imágenes emitidas en Aruser@s, tenía un buen fondo de armario. ¿Y cómo? Pues lanzándolas desde el balcón.

Desde el sexto piso y hasta el suelo, las prendas caen de una manera "muy poética", destaca María Moya. Un gesto peliculero quizá, pero efectivo al 100%. "No hay violencia, sí mucha humillación; es un 10", concluye Patricia Benítez, que le da su matrícula de honor a la neoyorkina.

Los viandantes, señala Angie Cárdenas, van tímidamente acercándose a la escena, quizá intentando 'rescatar' algún que otro pantalón o camisa. Eso sí, los vecinos deben de haberse encontrado de sopetón con ropa, incluso interior, en sus balcones.