El coche de María Moya, al que tanto aprecio tenía y con el que tantas anécdotas ha vivido, ha dado su último suspiro. La colaboradora no ha podido evitar romper a llorar al recordar los buenos momentos que le ha dado.

"Muchos años de compañía, aventuras y viajes", relata la colaboradora. Y es que su vehículo ha empezado a dar tumbos en la autovía, se le ha encendido la luz del motor y ha tenido que llamar a la grúa. "He llegado de milagro al trabajo", confiesa a la vez que asegura que no le va a llevar al taller a la espera del "adiós definitivo".

Alfonso Arús confiesa que "es un día triste" para el programa y María Moya, acompañada por una ola de aplausos en forma de homenaje, despide a su querido coche alegando que "ha muerto haciendo lo que más le gustaba, llevarla a trabajar".

Otro momento relacionado

Otro de los momentazos protagonizados por la colaboradora ha sido esta divertida pillada en pleno arranque del programa.