La bióloga asegura que es fascinante que aun hoy se descubran nuevas especies y destaca que aunque se considera una animal pequeño -hasta siete metros-, no lo es tanto como para que pase desapercibido.
Pero es muy difícil ver a estas ballenas, ya que se pueden sumergir hasta durante una hora a más de 3.000 metros de profundidad, por lo que apenas suben a la superficie.
No es el caso de otra ballena que sí ha podido ser grabada haciendo una auténtica pirueta para deleite de los turistas en Tonga, en la Polinesia. Se trataba de una ballena jorobada con su cría, este animal mide 15 metros y pesa 40 toneladas. En estos saltos pueden sacar hasta el 90% de su cuerpo fuera del agua y es arriesgado verlo tan cerca, por la cantidad de agua que desplazan durante la acrobacia, tal y como explica Segura.
En esta ocasión no ha habido daños que lamentar y en el vídeo se puede disfrutar de todo un espectáculo de la naturaleza.