Llevaba mucho tiempo sin poder visitar a su bisabuela por culpa de la pandemia, así que cuando por fin fue posible, Ollie, un adolescente de 17 años con autismo, llegó repleto de energía y alegría. El joven decidió complacer los deseos de su familiar y se puso a bailar hiphop, una de sus grandes pasiones.

Para sorpresa de todos, uno de los ancianos de esta residencia de Reino Unido acompañó al joven en su coreografía. El hombre, de 101 años, soltó su andador para empezar a imitar los movimientos de Ollie.

Ante el 'flow' mostrado por el abuelo, el joven decidió enseñarle algunos pasos de baile, tal y como podemos ver en este entrañable vídeo de Aruser@s. Entre ambos se formó un bonito vínculo creado por la magia de la música, un lenguaje universal que conecta a las personas independientemente de su edad.