
Los motivos de la ruptura
Irene Rosales, Kiko Rivera... e Isabel Pantoja: del Moët & Chandon a la loba con piel de cordero, pasando por las infidelidades y los 'feos'
Irene Rosales ha roto su silencio tras su ruptura con Kiko Rivera y pide a la prensa que deje de "inventar cosas" y "nombrar a terceras personas". Aruser@s hace un resumen del reportaje que ofrece la revista 'Lecturas'.
Irene Rosales vuelve a acaparar todos nuestros focos tras su separación de Kiko Rivera y, esta vez, ha roto su silencio para pedir a la prensa que deje de "inventar cosas" y "nombrar a terceras personas", tal y como vemos en este vídeo del que se hace eco Aruser@s. "Lo vamos a hacer lo mejor posible por nuestras hijas", asegura ante las cámaras.
En el plató del programa de laSexta, Angie Cárdenas hace un repaso a los titulares más impactantes que nos deja la revista 'Lecturas' tras publicar un extenso reportaje sobre la expareja. "Dicen que el hermano de Irene Rosales le regaló una caja de cava a Isabel Pantoja y que Kiko le dijo que su madre solo bebía Moët & Chandon", informa la tertuliana.
"Precisamente por eso le están preguntando por Isabel Pantoja, quien presuntamente habría dicho que es una loba con piel de cordero", añade Tatiana Arús. "He tenido mil motivos para dejar a Kiko", asegura Irene en esta mencionada publicación. "Es decir, que no sería una cosa esporádica o reciente, sino un cúmulo de muchas experiencias vividas a lo largo de los años", reflexiona Alfonso Arús. La pérdida de sus padres también golpeó duramente a la joven, quien lamenta que no haya encontrado en Isabel ese consuelo que necesitaba y se muestra apenada por que ahora hable mal de ella.
Angie recoge otro de los episodios más impatctantes que se relatan en la revista: "Cuando nació su segunda hija, Kiko Rivera le dijo que se fuera a dormir al sofá con la niña, porque él tenía que descansar por las noches". "Ha sido una sucesión de feos las que ha tenido que ir aguantando Irene Rosales, como por ejemplo, cuando admitió públicamente varias infidelidades", concluye Tatiana.