La casualidad, el destino, el karma (o lo que sea que exista o en lo que se crea) quiso que la infidelidad de esta mujer no quedara impune y que su marido se enterara de la manera más extraña posible. El pobre hombre estaba buscando en Google Maps dónde aparcar cerca del sitio al que tenía que ir, por lo que usó el Street Maps.

Cuál fue su sorpresa cuando descubrió que en la imagen que aparecía en la pantalla estaba su chica, sentada en un banco sosteniendo la cabeza de otro señor que estaba recostado sobre ella, como podemos ver en esta fotografía que se muestra en Aruser@s.

Después de esta tremenda pillada, el marido no tardó en pedirle el divorcio, informa Hans Arús. "No lo sé, pero creo que se podría hacer una acción penal contra Google como causante del divorcio, por revelación de secretos", opina Alfonso Arús.