Hay una serie de cuestiones que marcan la diferencia entre escoger una buena sandía y una que está mala o simplemente no está en su punto perfecto. Para dar con la mejor opción en la frutería, Ever Cubilla nos da las seis claves necesarias.

En primer lugar, debemos fijarnos en su forma. La sandía tiene que ser simétrica y con "una forma perfecta, porque si no puede que haya tenido hongos o haya sufrido algún golpe", comenta el chef.

Su peso es otro dato a tener en cuenta. Esta fruta ha de tener firmeza ya que madura por la cantidad de agua que absorbe "y cuanto más agua, más pesa". Si es ligera no está madura.

También debemos apreciar su color. "Las manchas han de ser uniformes y si son blancas u oscuras no debemos cogerla", afirma el colaborador.

Respecto al sonido, "hay que darle 'golpecitos' a la sandía y escuchar ruidos firmes, no huecos", añade Ever Cubilla.

Por último, la sandía perfecta debe tener una corteza con un buen grosor "por lo que debe ser dura al tacto" y el tallo ha de ser de color marrón.

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Siguiendo con el tema de la fruta, el chef de Aruser@s nos habla de mitos y leyendas que giran en torno a ella, como el rumor de que comerla después de cenar engorda.

Ever Cubilla también nos ha dado una serie de claves a tener en cuenta a la hora de saber cuánto tiempo debemos dejar los alimentos en la nevera.