En este tierno vídeo, una cría de perezoso abraza con cariño a su madre tras haber tenido que separarse de ella a causa de un incendio que se ha desatado en el bosque en el que ambos habitan. Una reacción natural que, según aclara Evelyn Segura en Aruser@s, se debe a que las crías de perezosos son muy dependientes de sus madres durante su primer año de vida.

Los pequeños se agarran fuertemente al pelaje de sus progenitores para no caerse de los árboles, aunque a veces, explica la bióloga, "van a parar al suelo y la forma de reclamar a su madre es este chillido supertierno que oís"-

"El abrazo es para acogerle y que vuelva a engancharse a su pelaje y, evidentemente, es un reencuentro muy positivo", asegura, conmovida por la bonita escena.