Si hubiera un premio Guinness a la casa con el decorado navideño más hortera, seguramente la ganadora sería esta vivienda. Con miles de figuritas que pueblan cada rincón del jardín y que cuelgan de los árboles, alumbrada con luces casi fantasmagóricas, esta casa da repelús a más de un colaborador de Aruser@s.

"A mí esto me produce miedo, porque pienso que aquí vive un psicópata", confiesa María Moya, aterrorizada con las imágenes. "Es que es más Halloween que Navidad", coincide en señalar su compañero David Broc.

Seguramente, los hombres de jengibre que se desploman de las ramas de los árboles, los ovnis verdes que reposan en la entradita y los cientos de papás noeles de aspecto macabro contribuyen mucho a provocar más pánico que espíritu navideño.