Esta señora se ha olvidado de la correa de su perro y tiene que buscar un plan b. La anciana decide meter al animal en una bolsa de la compra con la cabeza fuera para llevarle. "Habría que preguntarle al perro si considera que es la forma óptima para viajar", bromea Alfonso Arús.

"Si le hace cuatro agujeros en la base para que meta las patas, lo llevaría más cómodo al pobre animal", comenta Alba Gutiérrez. Marc Redondo destaca que la bolsa no sea de fécula de patata para que no se le rompa nada más llegar a casa con el perro.

Angie Cárdenas avisa de que el pobre animal está asomando la cabeza porque si no puede ahogarse por el calor que hace. "Bueno, pero si llueve la bolsa es impermeable", comenta Tatiana Arús entre risas.