Casi no puede llegar a creérselo. El conserje de este colegio ha recibido un regalo muy especial de parte de sus compañeros de trabajo. Nada más y nada menos que un coche para no tener que desplazarse andando al centro como llevaba haciendo todos los días desde que trabaja allí.

Visiblemente emocionado, el hombre recibe las llaves del automóvil y alza sus brazos al cielo, dando las gracias por un regalo tan valioso, y no solo a nivel económico. "¡Qué buena persona debe ser para que hayan recaudado este dinero y todo el mundo se haya implicado!", apunta María Moya.

"Es que los niños normalmente le tienen mucho cariño al conserje de su colegio", comenta Tatiana Arús. A raíz de esta observación, Alfonso Arús recuerda al conserje de su colegio, su querido Vicente.