"Encapuchados y cubiertos con pasamontañas. De esta forma dos hombres acceden al local y roban todo cuanto se encuentran a su paso", explica la periodista Rocío Cano mientras vemos las imágenes captadas por la cámara de seguridad. Este podría ser un atraco más, pero lo llamativo de esta historia no reside en e robo en sí. Todo es una farsa, una mentira.

Y es que, en realidad, bajo la capucha se encuentran los dueños del establecimiento. "Aunque lo parezca, no tiene nada de real, es falso". La intención de los propietarios es que el vídeo fuera difundido a través de las redes sociales para darse publicidad. Sus acciones han generado mucha polémica.

Ellos mismos se han visto obligados a publicar un comunicado pidiendo disculpas "por la desafortunada idea que no tuvo nada de graciosa", reconocen en el escrito.