Aprovechando esas preciadas horas libres antes de volar hacia sus obligaciones como presidente del gobierno de los Estados Unidos, Joe Biden se ha tumbado al sol en la playa, "a la bartola", como define Alfonso Arús en Aruser@s. Acompañado de su mujer Jill, su nieta y los servicios secretos Biden, con su bañador de tortugas, ha decidido coger un poquito de color, algo que alarma a Òscar Broc. "Solo espero que alguien se haya acordado de ponerle la crema solar, porque este señor está muy blanco y puede acabar como una gamba", advierte.

"Parece un jubilado en una playa española", apunta María Moya, de acuerdo con Angie Cárdenas, que cree que en estas imágenes se le ve bastante mayor. La marea debió dejarle algo confundido, porque más tarde, al retomar su agenda y subir a su avión, se olvidó de saludar a los marines que estaban esperándoles. "Es que cuando vas a la playa, al día siguiente estás roto, fundido", le justifica David Broc.

Pero hay una pregunta que no deja de rondarle la cabeza a Angie. "¿Cuando este señor va a la playa, todo el equipo de seguridad tiene que ponerse en gayumbos en la playa?". "Y si ves un pareo colocado sospechosamente es porque se guardan la pistola", añade Moya.