"Que él reconozca que se tira pedos antes de confesar a la gente me parece muy 'heavy'. Vete al baño y luego ya entras en el confesionario", comenta entre indignada y divertida María Moya tras ver este vídeo del padre Adam en el que cuenta, con su habitual sentido del humor, la historia de aquel día que comió frijoles negros y una señora entró a confesarse cuando el cura se encontraba un poco indispuesto.

"Los frijoles tienen mucha vitamina P2", explica el sacerdote, que confiesa que "estaba como una armada" para posteriormente imitar el sonido de un pedo. Justo después, entró en su confesionario "una señora pánfila" que le avisó que ahí dentro, algo olía mal.

La respuesta del padre Adam demuestra, una vez más, la gracia que caracteriza a este singular sacerdote. "Son tus pecados. Apesta a pecados", dice mientras se ríe con cierta malicia. Una gran anécdota que puedes escuchar entera en este vídeo de Aruser@s.