Mucho ha llovido desde que Tamara Falcó decía aquella ya mítica frase del "nanosegundo en el metaverso" con la que anunciaba el fin de su relación y su compromiso matrimonial con Íñigo Onieva, allá por el mes de septiembre del año pasado. Tras tener su fecha de boda ya fijada, la hija de Isabel Preysler descubría la infidelidad de su novio y daba por terminado su noviazgo.

Sin embargo, ambos lograron superar este bache en el camino y Tamara le dio una segunda oportunidad al empresario, para, poco tiempo después, hacer público que volvían a estar comprometidos. A partir de ese momento, la vida les tenía preparadas mil y una pruebas que han tenido que vencer para llegar al día de hoy, el día de su boda. Un camino del que hemos sido testigos a lo largo de estos meses en Aruser@s y que podemos volver a recorrer en el vídeo principal de esta noticia.

El drama comenzaba con el cambio de fecha. El enlace tuvo que posponerse, del 17 de junio al 9 de julio. Después, llegó la pesadilla del vestido de novia. Cuando todo parecía ya en marcha, las diseñadoras elegidas por la marquesa de Griñón dieron marcha atrás y rompieron el contrato. Acto seguido, también se temió por la continuidad del chef, Eneko Atxa, el escogido para este gran evento, debido a su presunto enfado por la polémica del vestido y su cercana relación con 'Sophie et Voilà'.

Los invitados también comenzaron a dar ciertos problemillas. Julio José Iglesias rompía con su novia y Alfonso Arús ya se temía que iban a empezar a "sobrar cubiertos". "Damos por hecho que va Enrique Iglesias, y yo sigo sin creérmelo", pronosticaba el presentador de Aruser@s de manera bastante acertada, pues ha habido muchas dudas acerca de su asistencia a este enlace.

"Quien sí ha confirmado es Eugenia Martínez de Irujo que irá en representación de la Casa de Alba", anunciaba Angie Cárdenas. "Eugenia Silva también, pero sí que es cierto que por el momento es baja Carmen Bordiú, Enrique Iglesias y bastantes otras personalidades", puntualizaba Tatiana Arús.

Un atraco en una carretera de Las Rozas fue el siguiente punto crítico. Al parecer, los ladrones se llevaron joyas por valor de dos millones de euros del furgón que asaltaron. Algunas de ellas iban a ser lucidas por los invitados.

Recientemente, el propio Íñigo Onieva ha sufrido, presuntamente, un intento de robo por parte de un motorista, que pretendía llevarse el reloj que Tamara Falcó le regaló el día de la pedida de mano. "Ya sería lo último, que también desapareciera el reloj", comentaba asombrado Alfonso Arús.

Y eso esperamos que sea. Lo último.