Un hombre argentino de 45 años lleva desde los 10 guardando, clasificando y ordenando cada envoltorio de golosina, caramelo o dulce que pasa por sus manos. Entre estos grandes tesoros que reserva en su colección se encuentran, por ejemplo, los caramelosPEZ (uno de ellos con la cara de Elvis), los chiclesBazooka o las chocolatinasNestlé de hace décadas.

En total, guarda 17.000 paquetes de chucherías, y todavía le quedan 1.500 por abrir. "Es que las golosinas marcan una generación. Cada generación tiene sus caramelos de cuando eran pequeños", comenta con admiración Alba Gutiérrez.

"Me ha hecho gracia ver el Bazooka", reconoce Angie Cárdenas. "Habrá que ver cómo tiene la boca...", observa María Moya, a lo que Alfonso Arús responde que seguramente, sin dientes. Pero, a nuestro juicio, su esfuerzo ha merecido la pena.