Un hombre salió de su coche en el Parque Natural de Blewitt Spring, en Australia, y al volver se encontró con una escena muy sorprendente.

Descubrió a su perro jugando junto a un koala que se había colado en su vehículo. Junto intentó sacar al animal, este se resistió hasta tal punto que sus garras se quedaron marcadas en los asientos traseros.