"La imagen de la felicidad yo creo que la encontramos cuando Íñigo Onieva y Tamara Falcó llegan la hotel después de la boda", ironiza Alfonso Arús, que muestra el momento en el vídeo principal de esta noticia, donde los colaboradores alucinan con la cara del novio. Y es que, además, Angie Cárdenas destaca cómo ni siquiera se esperan para entre en el hotel juntos: "Ella coge la directa y entra".
"La cara de Íñigo Onieva era un auténtico poema", insiste el presentador, que afirma que, aunque puede ser debido al cansancio "es extraño el rostro". El día después de la boda, el empresario tampoco se mostró muy entusiasmado. Mientras Tamara Falcó contestaba a la prensa muy sonriente y afirmaba estar feliz, el empresario no estaba mucho más seco y solo pronunció un "sí" cuando le preguntaron si Tamara Falcó era la mujer de su vida.
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"Le cuesta cada vez fingir más", destaca Tatiana Arús, que cuenta que, al parecer, durante la celebración "los amigos de Íñigo Onieva cogieron el micrófono e intentaron hablar maravillas de él, diciendo que se había arrepentido mucho": "Luego también cogió él el micrófono, y algunos de los asistentes dicen que eso habría generado algo de tensión entre la pareja, porque Tamara Falcó se habría sentido algo avergonzada".
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