Un hombre que paseaba junto al río Támesis vivió un inesperado avistamiento, cuando un grupo de cuatro delfines aparecieron nadando. Lo primero que divisó fueron las cuatro aletas. Luego se dio cuenta de que era un grupo completo. La bióloga Evelyn Segura reconoce que no es habitual este tipo de estampas. "Pero extraño tampoco", añade.

La experta señala que pasa en pocas ocasiones. Aunque existen delfines de agua dulce, las imágenes corresponden con delfines marinos que están en la zona cercana a Londres, añade. "Es un río muy grande que conforme se acerca a la desembocadura el agua es bastante salobre. Es normal ver animales marinos en estas alturas", argumenta.

Sin embargo, señala que, al no ser su hábitat, pueden surgir problemas. "La piel de los delfines es muy finita y puede tener heridas que se puedan infectar. Les cuesta más nadar y deben volver al mar rápido", señala.