Era un plan perfecto, o eso pensaba este atleta justo antes de arrodillarse para pedir la mano de su pareja, con anillo incluido. Lo que no había tenido en cuenta el joven es que el Ironman, el triatlón más difícil del mundo, pasa factura a los músculos y a los huesos de manera instantánea.

Así pues, el joven sufrió una serie de calambres en el momento en el que apoyó la rodilla en el suelo que le impidieron mantener la postura y tuvo incluso que ser ayudado por varios de sus compañeros de equipo.

Como podemos ver en este vídeo de Aruser@s, el atleta cae el suelo en diferentes ocasiones, pero finalmente consigue su propósito y le pide matrimonio a su emocionada novia, que no dudó en aceptar su propuesta.