Todo el que tenga la suerte de compartir su vida y su casa con unpájaro de compañía sabe muy bien que pueden llegar a ser tan cariñosos como un perrito... pero que también pueden tener mucha mala leche. El dueño de este agaporni conoce muy bien a su mejor amigo y por eso le pone una trampa en la que el ave cae en un abrir y cerrar de alas, como podemos ver en este vídeo emitido en Aruser@s.

El joven acaricia a un patito de goma cuando el agaporni llega rapidísimo al sitio en el que ambos se encuentran. Sin dudarlo un instante, coge con el pico al muñeco y lo tira lejos, sin preocuparse siquiera de si le ha hecho daño o no al pequeñín, que tiene su mismo tamaño.

Por si fuera poco, después de intentar asesinar a ese pobre juguete, le pide mimos a su humano, de la manera tan adorable que podéis ver en las imágenes que acompañan a esta noticia.