Luis Bardají presentó en el Ayuntamiento de Biescas un proyecto para instalar un camping en unos terrenos públicos del pueblo. Era el año 1985. Dos años después se autorizó la construcción, a pesar de que varios informes lo desaconsejaban. Tras la catástrofe, Bardají dio la cara en los medios de comunicación afirmando sentir "una impotencia total". Sin embargo, no parecía vislumbrar ningún culpable. "Es una cuestión sobrenatural que nos ha mandado la naturaleza. Esto ha sido una casualidad, un milagro, un castigo de Dios y no ha sido negligencia", aseguró en la televisión, como puede observarse en el vídeo superior.

"Ha caído una nube en un valle pequeño y nos ha tocado a nosotros, desgraciadamente... le ha tocado a las víctimas", puntualizó Bardají. En términos parecidos se expresaba la ministra de Medio Ambiente en aquellos momentos, Isabel Tocino. Ante los periodistas daba su propia versión sobre los hechos, señalando que las lluvias torrenciales provocaron que los caudales fueran "tan extraordinarios" que el encauzamiento quedó "pequeño". "No ha habido ningún otro problema", insistía la ministra.