"Cada media hora te estaban llamando diciendo que había un conato de fuego. Ya no sabías dónde acudir ni qué explicación darle a eso", reconoce el alcalde de Navas del Rey.

Una situación complicada que hizo que las autoridades decidiesen activar la operación jaula para acorralar al pirómano. De esta forma, en todas las entradas y salidas de Navas del Rey se puso un control policial y se efectuaron registros muy exhaustivos.

"Se para al vehículo, se hace un cacheo superficial de todas las pertenencias y un registro del vehículo para ver si hay algo que nos haga pensar que es la persona que está cometiendo el incendio", explica el sargento de la Guardia Civil Juan Ramón Fernández.

Además, señala que en ese momento ya tenían claro que buscaban a alguien de los alrededores. Sin embargo, al no dar con ningún sospechoso y comprobar que los incendios habían cesado después de una hora, deciden levantar el control.

"Media hora después se detectó otro", informa el entonces jefe de la Policía Local, Rafael Menéndez.