El 2 de octubre de 2009, un atunero vasco, el Alakrana, faenaba en aguas del Océano Índico, cuando fue secuestrado por un grupo de piratas somalíes. A bordo del Alakrana, iban 36 tripulantes, 16 de ellos españoles. El atunero fue asaltado de madrugada, cuando ya no podía huir porque tenía las redes echadas, listas para capturar el atún con el que llenaba su bodega.

El objetivo de los piratas era negociar un rescate millonario, cobrar lo más rápido posible y volver al mar para capturar a otro barco. Esa operación se torció cuando un buque de guerra de la Armada española, la fragata Canarias, recibió órdenes de detener a dos piratas que en ese momento estaban en alta mar. Josu Erkoreka, portavoz del PNV en el Congreso entre 2004 y 2012, advirtió a José Luis Rodríguez Zapatero un años antes en el hemiciclo de que podría pasar un secuestro como el del Alakrana: "Mañana mismo nos podríamos encontrar con una Playa de Bakio 2, que espero que no pille al gobierno desprevenido, cruzado de brazos y mirando para otro lado".

Ahora, el exportavoz del PNV recuerda cómo fue entonces "cuando el Gobierno central empezó a hacerse cargo del asunto, a implicarse en el seno de la Unión Europea y a contribuir de manera efectiva para la puesta en marcha de la operación Atalanta". "Mañana mismo nos podríamos encontrar con una Playa de Bakio 2, que espero que no pille al gobierno desprevenido, cruzado de brazos y mirando para otro lado", dijo entonces Josu. Ahora, el exportavoz del PNV recuerda cómo fue entonces "cuando el Gobierno central empezó a hacerse cargo del asunto, a implicarse en el seno de la Unión Europea y a contribuir de manera efectiva para la puesta en marcha de la operación Atalanta".

La operación Atalanta es una misión militar de la Unión Europea que, entre otros objetivos, tiene la lucha contra la piratería. Y la fragata Canarias, un buque de la Armada española, formaba parte de esa operación en aguas internacionales cuando el Alakrana fue secuestrado. Ignacio Frutos explica qué pasó aquellos días en el mar mientras estaba al mando de la fragata Canarias en el momento del secuestro del Alakrana. "La fragata, en ese momento, estaba a 800 millas, aproximadamente 1.500 kilómetros, al nordeste de esa situación", explica Frutos, que detalla que estaban "haciendo una vigilancia antipiratería" en lo que llaman "la cuenca de Somalia", a día y medio del Alakrana a máxima velocidad.