Mamen Mendizábal analiza con expertos, policía y periodistas en este vídeo a los miembros de la banda que están detrás del robo de los cinco cuadros de Bacon cuyo valor en el mercado superaba los 30 millones de euros. Un robo ocurrido en el verano de 2015 y que se produjo en un piso del centro de Madrid, en concreto, del domicilio de José Capello, el amante del pintor durante años. Sin duda, es el mayor robo de arte contemporáneo de la historia de España y es que nadie oyó ni vio nada.

Para la Policía, Cristóbal García Caballero es, supuestamente, el cerebro de la operación. Se trata del tipo más inteligente de todo el grupo: un marchante de Castellón, de 40 años, que ha vivido en Londres, en París, que vive en la calle Libertad y que entiende de arte. Mamen Mendizábal explica que quienes le conocen le describen como un hombre atractivo, capaz de enredar a cualquiera con su capacidad de seducción y su don de palabra.

A partir de ahí, ya dan con el resto de la banda. La Policía también tiene localizados a dos anticuarios del Rastro, quienes afirman que ellos tienen la fotografía, pero que nunca han tenido los cuadros en su posesión. Sin embargo, identifican a la persona que les ha hecho llegar la fotografía: Ricardo Barbastro, el cual tiene también relación con Cristóbal García.

"Barbastro es un tipo ya con menos literatura, de un perfil más bajo, pero que es un tipo que es muy principal en toda esta historia y está muy presente los primeros intentos de venta de los cuadros", explica José María Irujo, jefe de Investigación de El País, que destaca que, además, "tiene también antecedentes penales menores, pero importantes". Además de estos cuatro miembros, la Policía relaciona con el robo a Christian Férriz, íntimo amigo de Cristóbal García. Un hombre de complexión fuerte y atleta, que habría sido taxista en Madrid o conductor de Uber. "Musculoso, obsesionado con su cuerpo y con el gimnasio", destaca Irujo, que detalla que también tiene "antecedentes penales larguísimos" y están todo el día juntos.