Tras numerosos indicios y un año después del robo del Códice Calixtino, el juez ordena el registro de todas las propiedades del electricista de la Catedral de Santiago, Manolo Castiñeiras, que acaba detenido. Castiñeiras tenía en propiedad tres viviendas, más una vivienda propiedad de su mujer y un garaje.
El registro se produce en presencia del detenido, y de su mujer y su hijo. Alí, ha explicado Rebeca Lorenzo, policía, localizan una cartera con bastante dinero y un papel manuscrito en el que hay varias anotaciones en las que él apuntaba todo el dinero que tenía. En total, sumaba más de un millón de euros.
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"Nosotros no sospechábamos que cogía del cepillo de la Catedral", ha explicado el juez, que ha asegurado que al acceder a la zona 'privada' de su casa, a la que no podía acceder ni su familia, hallan muchísimo dinero. "Había objetos de lo más variado. Informes de seguridad de la catedral, las nóminas de los trabajadores de la Catedral, objetos personales del deán...", ha indicado el fiscal. Todo venía de sustracciones de la catedral, como él mismo había anotado.
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