Tras el robo del Códice Calixtino se destaparon numerosas irregularidades en la Catedral de Santiago. Los robos de material de la catedral y del propio dinero que depositaban los turistas en los cepillos era algo más que habitual.
De hecho, tras salir a la luz algunas grabaciones en las que se puede ver al electricista llevándose cantidades millonarias de aportaciones, hallaron una carta en la que Manolo Castiñeira explicaba que había carreras por robar dinero de los cepillos y que los mejores eran los que estaban cerca de la tumba del apóstol Santiago, porque era donde los feligreses se animaban a dejar más dinero.
El Ministerio de Cultura supervisaba las cuentas
La UCO de la Guardia Civil afirmó que la SGAE desvió 47,6 millones de euros
La periodista Eva Lamarca explica en este vídeo cómo se movía el dinero entre la SGAE, la SDAE y las diferentes empresas del entramado. En el sumario del caso aparecían reflejadas "habitaciones de hotel, relojes de lujo y una factura de 66.000 euros de un gimnasio"