Francis Bacon ostentaba hasta hace bien poco el récord por haber alcanzado el precio más caro de un cuadro en una subasta: 128 millones de euros. El pintor británico es uno de los artistas más importantes del siglo XX. Famoso por deformar las caras en sus retratos, amante confeso de la pintura española y del Museo del Prado, su relación con nuestro país iba mucho más allá de su amor por el arte.

"Damià, tú eres historiador del arte y hemos creado estas reproducciones exactas de los cuadros de Bacon que fueron robados en Madrid en junio de 2015", dice Mamen Mendizábal mientras muestra a Damiá Amorós las réplicas colgadas en las paredes del despacho. "Tenemos estas cinco obras: unos óleos sobre lienzo de unos 35 por 31 centímetros que formarían una serie entre retratos y autorretratos producidos más o menos hacia la década de 1980 en la ciudad de Londres por Francis Bacon", explica el experto para Anatomía de...

Cada cuadro tiene unas características propias, unas señas, incluso unas marcas en la parte posterior. Peculiaridades que permiten que sean identificados en las bases de datos de la Interpol. "Tenemos marcas en el reverso. Una parte importantísima para cualquier investigación artística es girar la obra de arte, ver qué hay detrás, posibles etiquetas, marcas, dedicatorias, como es el caso", cuenta Amorós.

"Estas piezas tienen su ficha policial, no como delincuentes, sino como buscados. Y los datos que hemos podido tratar, sacar de esa información, se encuentran en la base de datos de Interpol".