El exministro Pepe Blanco defiende el decreto ley que aprobaron en diciembre de 2010 y que provocó el caos aéreo. "Nosotros teníamos un plan de modernización de AENA, para hacerla más competitiva y adecuarla a los estándares europeos, y esa esa nuestra hoja de ruta. Y por el camino teníamos unos costes de navegación aérea que hacían inviable que esa hoja de ruta se pudiera llevar a buen término. Y esto era como consecuencia del sueldo de los controladores aéreos", asegura, al tiempo que destaca que "había más de 500 controladores que cobraban por encima del medio millón de euros en el 2010".

En lo referente a la posterior privatización de AENA, el exministro afirma que "hay determinados servicios que se pueden prestar estupendamente desde el ámbito privado". "La competencia es buena y, por tanto, tomamos una decisión acertada", asegura Pepe Blanco.

Sin embargo, el controlador aéreo César Cabo no está de acuerdo con el exministro: "El objetivo era demonizarnos por completo, porque luego venía la privatización de la empresa". "Siempre pensaron que los controladores de AENA, que era la empresa pública que más beneficios daba, al ser el colectivo con las mejores condiciones laborales, igual si querían privatizar, podíamos ser un escollo", expresa.