La historia de Tania Head contenía todos los detalles para que tuviera la apariencia no solo de ser verdad, sino de convertirse en una de las más dramáticas entre los supervivientes de los atentados del 11-S. "Tania explicó que su novio había muerto en el atentado y que estaba a punto de casarse con él", explica la periodista Marta, que afirma que "Tania decía que en el momento del atentado ella pensaba en el vestido blanco de su boda".

Tania Head, con esta historia, se convierte no solo en víctima del 11S, sino que, a los dos años de los atentados, es la presidenta de la Asociación de Supervivientes del World Trade Center. Ella es la encargada de hacer los tours guiados por la Zona Cero en los que acompaña a las familias de las víctimas y también a las autoridades. Tania Head llega, incluso, a guiar entre los escombros de las Torres Gemelas a Rudolph Giuliani, el que fuera alcalde de Nueva York durante los atentados.

"Es muy interesante ver cómo Tania Head maniobra de una manera yo creo que muy buena para aproximarse a Rudolph Giuliani", destaca el periodista Xavier Mas de Xaxás, que explica que "Rudolph Giuliani era el alcalde de Nueva York, pero el gran alcalde de Nueva York" ya que fue "el alcalde que el 11-S se saca la americana, se afloja el nudo de la corbata, se arremanga las mangas de la camisa y baja, baja a ayudar a la gente que está huyendo de la Zona Cero".

"Es realmente un alcalde muy popular y ve en Tania un complemento a esta labor de proximidad a la ciudadanía, al pueblo de Nueva York, que Tania hace tan bien", detalla el periodista en el vídeo principal de esta noticia donde su compañera Marta Forn destaca los dotes sociales de Tania:" No se esconde porque luego ella es una persona segura de sí misma": "Habla muy bien en inglés, con acento incluso americano si es conveniente. Es una persona inteligente que sabe cómo desenvolverse". "Era el papel de su vida", insiste la periodista.

Anatomía de un accidente nuclear

¿Qué pasó con los residuos nucleares de la central de Vandellòs tras su cierre?

Una vez cerrada la central nuclear de Vandellòs, se enviaron sus residuos a Francia. Una gestión que, como informa el periodista de investigación y experto en este accidente, Manel Riu, nos "nos han costado, por ahora, 720 millones de euros".