César Cabo, portavoz de los controladores aéreos, carga contra el Gobierno socialista de 2010 ya que, según dice, "tenía claro que tenía que" debilitarles "mucho para luego proceder a privatizar la empresa, que fue lo que ocurrió". "La decisión de cerrar el espacio aéreo la toman ellos, porque son quienes gestionan la empresa y nosotros somos los que lo ejecutamos. Los aviones paran el tráfico aéreo porque la empresa les dice que lo haga", asegura.

Así, el controlador aéreo lamenta que se trataba "de una realidad frente a unas condiciones laborales, por lo que la realidad triunfa, porque tú lo que ves como espectador es gente en el aeropuerto que no puede volar, y lo que te cuenten que les está pasando a los controladores te da un poco igual".

Por su parte, el exministro de Fomento Pepe Blanco defiende que "era indudable" que iban a tomar medidas ante las "cientos de miles de personas que había en los aeropuertos". "No podíamos permitir alargar eso en el tiempo", defiende, mientras que el portavoz de los controladores aéreos cree que Blanco "hizo bien sus deberes". "Hizo una campaña de desprestigio, filtraron nóminas, inflaron nóminas...", denuncia.