10 días después de la victoria española en el Mundial y el beso sin consentimiento de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso, Vox, que hasta ahora había guardado silencio, se ha pronunciado al respecto: la formación de ultraderecha ahora sale en defensa del presidente de la RFEF, suspendido por la FIFA, y denuncia una supuesta "cacería política y mediática" contra él.

De paso, el partido de Santiago Abascal aprovecha para cargar contra el Gobierno en funciones, al que acusa de generar "toda esta polémica", y contra ley del 'solo sí es sí', asegurando que el "relato de la izquierda" sobre el 'caso Rubiales' pretende ocultar el "fracaso" de esta norma, por la que reclaman la "dimisión en bloque" del Ejecutivo.

"Toda esta polémica ha sido generada por el Gobierno de Sánchez y sus terminales mediáticas para ocultar los grandes problemas en los que está sumida España", defiende Vox, que rechaza que lo que hizo Rubiales fuera un delito -a pesar de que la Fiscalía ha abierto diligencias por agresión sexual- y lo califica en su lugar de "grosería o mala educación". "Con sentido común se puede distinguir lo que es una grosería o mala educación de lo que es un delito. Y nosotros sabemos distinguirlo", sostiene.

Vox, dicen, "siempre ha luchado contra la hipocresía del falso feminismo", un término que el propio Rubiales empleó durante su vergonzante comparecencia del pasado viernes ante la RFEF, en la que rechazó dimitir. En la misma línea, la extrema derecha habla de "verdaderas víctimas de violencia" a las que, dice, "siempre apoyará".

Finalmente, concluyen denunciando lo que llaman "comportamiento grosero" por parte de Rubiales y sostienen que, en todo caos, este "es incompatible con la presidencia de una Real Federación, un puesto que exige una altura que evidentemente el señor Rubiales no ha tenido".