Tras conocerse la existencia de un grupo de WhatsApp de alumnos de Educación Primaria de la Universidad de La Rioja (UR) y los mensajes machistas y sexistas que se vertían en él, uno de los participantes se ha disculpado. El grupo "Novatadas magis primaria" con 199 miembros, estaba compuesto por estudiantes de primer y segundo curso del grado en la UR y han salido a la luz los mensajes machistas y sexistas sobre las nuevas universitarias, a quienes definen como "muy putas", "buenorras" y "quesito de cabra".

Todos estos mensajes se envían en un contexto en el que la Universidad de La Rioja no permite las novatadas en el campus y, según recoge su reglamento de régimen disciplinario del estudiantado, estos actos o conductas vejatorias se consideran faltas muy grave.

Tras la repercusión mediática que han cobrado los mensajes, uno de los alumnos ha pedido disculpas en el propio grupo de WhatsApp. el joven ha pedido "perdón de corazón" por sus comentarios y los ha calificado de "asquerosos". Además, añade que no piensa así y que los mensajes eran de broma. "Pido perdón y siento haber hecho esos comentarios de tan mal gusto sinceramente no los pienso y los hice en tono de broma al igual todos aquellos" leía el mensaje, según recoge la Cadena Ser.

Por su parte, los estudiantes veteranos de Magisterio también se ha disculpado por estos comentarios "denigrantes e inapropiados". En un comunicado publicado en sus redes sociales se han mostrado contrarios a todo lo que ha pasado, subrayando que condenan todo tipo de actos como los sucedidos en el grupo de WhatsApp. Además, han convocado una concentración el lunes 11 de septiembre a las 12:00 horas para demostrar que la mayoría del alumnado esta en contra de dichos actos.

Desde la Universidad de La Rioja, Juan Carlos Ayala, el rector abrirá un expediente informativo y la formación de una comisión para verificar si han cometido un delito los estudiantes responsables de los mensajes. Además, el rector de la UR ha animado a presentar una denuncia a todos los estudiantes que puedan sentirse dañados por los mensajes, que podrían considerarse faltas muy graves y conllevar la expulsión entre dos meses y tres años.