Un ejemplo, es el contrato con Navantia para fabricar cinco corbetas que supone unos 1.800 millones de euros y 6.000 puestos de trabajo directos e indirectos durante 5 años. Están, además, en plena faena para empezar por la primera corbeta con el primer corte de chapa preparado ya para enero.
Es decir, son cinco corbetas para Arabia Saudí, 1.800 millones de euros sumados a los cuatro Airbus de transporte militar y patrulla, especiales para operar en condiciones severas de calor. No son los únicos aviones que encarga Arabia Saudí en España, ya les exportamos aviones de transporte casi anualmente. El año pasado pagaron por uno de ellos 55 millones y medio de euros.
España vende especialmente a Arabia Saudí repuestos para aviones, pero también material de defensa para el Ejército de tierra, como plataformas porta morteros y granadas de mortero. Material que se suma a la munición de artillería, o a las 400 bombas de precisión que están pactadas con Arabia Saudí.
Todo esto es dinero, son puestos de trabajo y así lo reflejan las cuentas de la Secretaría de Estado de Comercio. El año pasado Arabia Saudí se convirtió en el primer cliente de España fuera de la OTAN. Le facturamos más de 270 millones de euros. En todo el mundo, nuestra tecnología de defensa y material de defensa nos aportó más de 4.300 millones de euros.
Para Arabia Saudí, España está en el ránking de países a los que compra material de defensa, aunque a bastante distancia de los primeros, EEUU y Reino Unido. En concreto, somos los cuartos a los que más compran, pero hemos llegado a ser los terceros.
La industria de defensa es importante en España, en algunas comunidades autónomas se nutren de este tipo de negocio. Madrid y Andalucía concentran el 80% de las empresas dedicadas a Defensa, nicho de negocio también en País Vasco.
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¿Por qué es importante? Así lo ha dejado ver en una entrevista con la revista TIME. Con la caída de Assad en Siria y los conflictos en el Líbano y Gaza, Irán y sus milicias están en un momento delicado.