El presidente de Extremadura vuelve a desmarcarse de la línea marcada por el Ejecutivo. Su propuesta al parlamento de la Comunidad empieza con una frase que ya le habíamos escuchado: “Nadie puede  negar a nadie su derecho a ser madre ni tampoco nadie puede obligarle a serlo.” Y ¿qué propone? Prácticamente lo contrario.  Que la regulación del aborto se base en una combinación de plazos, algo que rechaza el Partido Popular.  Y también de supuestos, lo que quiere el ejecutivo. Pero añade el que se ha eliminado. El supuesto de malformación. También los casos de menores de edad y violaciones. Si no se cambia la ley, dice pasará a ser  efímera, de corto recorrido y que se acabará modificando.

La polémica por la reforma del aborto se trasladó ayer a la Asamblea del Parlamento extremeño. Se votaban las propuestas de PSOE e Izquierda Unida. Ya crispó el ambiente que el PP pidiera que la votación fuera secreta. Pero la tensión aumentó con la expulsión de un diputado socialista por interrumpir a otro del PP. Al ser expulsado la votación quedaba más equilibra y con el PSOE, claro, con menos posibilidades para sacar adelante su propuesta. Tres veces tuvo que repetirse la votación, porque casualmente, salía siempre empate. Al final, denegada

El PP extremeño contrario a la reforma de Gallardón tampoco acepta el resto de propuestas, la de Izquierda Unida también se quedó en el camino, y que en este caso eran muy parecidas a la suya.