Más de 700 millones de euros en estos chanchullos del suelo
para sus afines. Para eso había que retocar el Plan General de Ordenación Urbana
y así lo hizo, en connivencia con los empresarios, con Marjaliza y con Ramiro Cid.
Esto pasó durante la etapa de Granados como alcalde, pero también con sus sucesores que veían en Granados una persona influyente políticamente y, por supuesto, también en la gestión de Valdemoro.
Cuenta el relato de la
Guardia Civil que el reparto del pastel del terreno tuvo lugar al poco de tomar
posesión de su cargo como alcalde Francisco Granados.
Entonces convocó a los empresarios a una reunión, les habló
de las oportunidades urbanísticas que brindaba Valdemoro y del interés que
tenía él mismo en participar para llevarse parte del negocio.
El caso es que se aprueba un nuevo PGOU y después, justo de
esta reunión, los empresarios constituyen una empresa: Servicios Patrimoniales
de Obras y Vías SL, una empresa en la que son socios, Ramiro Cid, David
Marjaliza y la mujer de Ignacio Palacios, el que fuera jefe del Gabinete de
Granados.
Estos empresarios, según la Guardia Civil, tenían información
privilegiada y de antemano de todo aquello que se fuese a desarrollar
urbanísticamente en Valdemoro y se beneficiaban vendiendo el suelo. Ellos
compraban terrenos a sabiendas de que se iba a clasificar en gran parte.
Los datos son escandalosos, en esa etapa se reclasificó más
de un millón de metros cuadrados de suelo rústico, además de múltiples
recalificaciones parciales. Para que se hagan una idea, esos terrenos se
revalorizaron 550 euros por metro cuadrado.
La conclusión de la Guardia Civil en este informe que manda
al juez Velasco no deja lugar a ninguna duda y habla de los beneficios que
obtuvieron con estas operaciones urbanísticas por "decisiones políticas
corruptas".