Si quisiéramos acceder a una vivienda de obra nueva, tendremos que pagar casi un 6% más. Lo tienen más complicado los que viven en Barcelona, que no registraba subidas anuales tan altas, llegando a los dos dígitos, desde 2007, antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria. También está difícil en Madrid, donde el precio se ha encarecido más del 8%.
Alquilar tampoco es fácil: los casos más graves están en las grandes ciudades, pero no sólo y es que hay 21 provincias donde el precio ha dado un subidón de más del 10%. Lo peor está en cuatro de ellas donde hablamos de un incremento por encima del 20%: Cantabria, Castellón, Lugo y Santa Cruz de Tenerife.
En estos seis primeros meses de año, el precio medio ha subido casi el 8%, y si lo comparamos con 2017, tenemos que pagar ahora un 15% más. Llega a unas cantidades que ahogan a muchos inquilinos y algunas de las causas son que hay pocos pisos de alquiler para tantos demandantes, mucha oferta de compra, los alquileres turísticos y las inversiones particulares en el mercado inmobiliario.
Jaime Palomera: "Si hay un salario mínimo debe haber un precio del alquiler máximo"
Jaime Palomera, portavoz del Sindicato de Inquilinos de Barcelona, denuncia en Al Rojo Vivo que "el PP ha bajado impuestos a los fondos buitre, que compran edificios enteros y expulsan a los vecinos de forma sistemática", algo que califica de "vergüenza democrática". Además apunta que "España tiene una de las leyes del alquiler que atentan más contra las garantías del inquilino de todo el mundo".