Putin ha perdido en los últimos días unas 20 localidades en Jersón y otras tantas en Járkov. Y todo ello el mismo día en el que firmó la anexión de unos territorios que ya no controla del todo, explica Blas Moreno, codirector de Orden Mundial, en Al Rojo Vivo. Para el experto esto es una clara señal de que se siente arrinconado y de que continuará respondiendo con amenazas.

Moreno explica que el modus operandi de Putin es responder a la derrota amenazando con hacer cosas cada vez más graves y escalando el conflicto. Así, asegura que, cuando no cumple sus amenazas, queda como alguien débil. "El estallido más grande sería el de una guerra nuclear pero, no hay señal de que esto vaya a pasar pronto", asegura.

Sin embargo, no descarta que Rusia recurra a otro tipo de cosas, como sabotajes, ciberataques y desestabilización política. Con todo ello, Moreno advierte que vienen meses complicados para la política ucraniana y europea.