La gestión de la pandemia de la COVID-19 ha supuesto varios giros de guion por parte del Gobierno en temas que se consideraban cruciales, como los confinamientos perimetrales, el IVA de las mascarillas o las PCR en origen para los viajeros que vengan del extranjero.

La primera rectificación de calado tuvo que ver con el cierre perimetral de la Comunidad de Madrid. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, apostó por un cierre "mínimo", solo durante los puentes. Algo que chocaba con la literalidad del decreto de alarma aprobado por el Gobierno, que exigía siete días de restricciones.

Ayuso declaró no estar "conforme" con la medida y la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, tildó de "muy lamentable" su cierre solo durante los puentes: "Hay pocas dudas de que la única línea que tiene es hacer lo contrario de lo que hace otros", declaró Calvo.

El ministerio de Sanidad, sin embargo, terminó dando luz verde al confinamiento perimetral diseñado por Ayuso.

Después llegó el IVA de las mascarillas. Tras varios meses en los que todos los partidos de la oposición reclamaban reducir del 21% al 4% el tipo del impuesto, la ministra de Hacienda anunció su bajada en su intervención en el pleno del Congreso de los Diputados para defender los Presupuestos contra las enmiendas a la totalidad.

Hasta entonces, María Jesús Montero había defendido que las autoridades europeas prohibían bajar el impuesto y llegó a mandar una carta a Bruselas para pedir permiso expreso.

En último lugar, el último giro del Gobierno ha sido respecto a las PCR obligatorias para cualquier viajero que llegue a España.

Varios ministros e incluso Fernando Simón defendieron que no era conveniente obligar a que los viajeros presenten estas pruebas para entrar en el país, a diferencia de presidentes autonómicos como el canario o la madrileña, que lo defendían con intensidad.

"Realizar pruebas diagnósticas a la llegada de los aeropuertos es inviable", dijo Simón en verano, argumentando los tiempos de espera y que no garantizan al 100% que los viajeros estén libres del virus. Ahora la opinión es otra y el Gobierno ha exigido la presentación de la PCR.