Un estudio de investigadores de Kioto, Japón, ha aportado datos preocupantes sobre cuánto y cómo permanecen las partículas con coronavirus en el aire.

Así, el estudio analiza mediante varias simulaciones cómo al toser las partículas se quedan suspendidas en el aire envolviendo el ambiente y, aunque algunas caen al suelo, existen micropartículas que pueden quedarse al menos 20 minutos en suspensión.

En otra simulación presentada por el equipo de investigadores se demuestra que hacer deporte no tiene riesgo de contagio cuando una persona se sitúa en paralelo a otra dejando una distancia de dos metros entre sí, pero sí lo tiene cuando se sitúa una persona detrás de otra.

Según el estudio japonés, la corriente de aire generada al correr hace que las partículas exhaladas por el primer deportista alcancen al siguiente, por lo que la distancia mínima debe ser de al menos cuatro metros.

Pero, tal y como apunta el analista de Al Rojo Vivo Mario Viciosa, lo importante es saber si estas partículas son capaces de infectar cuando permanecen tanto en el aire como en superficies.

La clave se encuentra en la carga viral: se ha demostrado que los pacientes con gran carga emiten numerosas partículas que pueden contener una cantidad significativa del virus, pudiendo provocar el contagio a través del aire o de superficies.