Poco más de un año después de su nombramiento el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha destituido a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del Grupo Popular en el Congreso.

A pesar de las advertencias que recibió en el seno del partido en el momento en el que decidió su designación, Casado no cedió y en julio de 2019, el líder 'popular' defendía públicamente que Álvarez de Toledo era "la portavoz que todos los partidos desearían tener en sus grupos parlamentarios".

En esa intervención del 30 de julio del pasado año, Casado presumía de su trayectoria personal y académica y alababa su brillantez dialéctica e ideológica.

Álvarez de Toledo tuvo alguna que otra salida de tono mientras ejerció su cargo, pero Casado continuó defendiendo a la diputada y en marzo de este año insistía en que era la mejor portavoz.

"Una persona que siempre ha decidido ser libre independientemente de dónde haya nacido, de que sea mujer o de que ahora se dedique a la política como se ha dedicado a tantas otras cosas", aseguraba Casado en un acto el 6 de marzo.

Aunque el líder de los 'populares' siempre le había mostrado su apoyo, lo cierto es que Álvarez de Toledo no tuvo un papel significativo en los últimos meses más allá de sus intervenciones en el Congreso.

Estuvo desaparecida en las últimas campañas electorales en País Vasco y Galicia, y Casado tampoco la escogió para la Comisión de Reconstrucción, donde sí estuvieron el resto de portavoces del arco parlamentario.