Marjaliza va más allá y revela cómo era el funcionamiento de la red. Cuenta que las obras programadas se repartían en tres lotes y sus adjudicaciones eran amañadas para obtener comisiones ilícitas.

Dice que un lote iba para determinados funcionarios, otro para Jaime González Taboada, uno de los políticos a los que implica, exnúmero tres de la lista de Cifuentes en las elecciones del pasado junio. Y un último para él y Francisco Granados, exdirigente del PP y su socio en la Púnica.

¿Y cuál era el 'modus operandi'? La empresa que aceptara pagar comisiones era la elegida, aunque su oferta no fuera la más ventajosa. Y a ella se le adjudicaba la obra. Es la confesión de Marjaliza que puede ser todo un terremoto político.