Los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño se encuentran a un paso del banquillo por el 'caso mascarillas' en Madrid. El juez les ha procesado por embolsarse seis millones de euros en mitad de la pandemia con la venta de mascarillas al Ayuntamiento de Madrid.

Al Rojo Vivo ha analizado la situación en el 'Manual del pelotazo', que nos ayuda a entender qué pasó. Todo sucedió en marzo de abril de 2020, en pleno estado de alarma. Con la población confinada, las administraciones se desvivían por conseguir mascarillas, guantes o test covid. Esto provocó que se diera la situación desesperada perfecta para un pelotazo.

Los protagonistas de este pelotazo son, por un lado, Luis Medina, hijo de un duque y una modelo, conseguidor de la trama, tal y como expone el juez, que dice que valiéndose de su condición de personaje público y famoso consiguió los contactos con los responsables de compra del Ayuntamiento saltándose el procedimiento habitual. Gracias a ello pudo conseguir contratos por 12 millones de euros en mascarillas, guantes y test.

Alberto Luceño es su socio y según el juez "el gestor criminal". Él fue quien impuso las estratosféricas comisiones de hasta el 81% en los guantes, que fueron una estafa por la calidad del material que llegó a España. Una comisión similar acordó para las mascarillas y para los test.

Así, Luceño se embolsó 5,1 millones de euros en comisiones, mientras que Luis Medina se hizo con un millón. Esta suma resulta en que la mitad de lo que vendieron al Ayuntamiento fue en comisiones.

En esta trama, destaca el juez, la víctima es el Ayuntamiento y los contribuyentes.