Este lunes, alrededor de un centenar de personas se concentraron en la calle Calabria de Barcelona, donde se sitúa la sede de Esquerra Republicana, para protestar contra la decisión del partido liderado por Oriol Junqueras de aparcar un acuerdo por la investidura con Junts Per Catalunya.
Precisamente, Junqueras, que sigue en prisión, ha sido una de las figuras más criticadas por los manifestantes, que ensalzan la figura de Puigdemont: "Junqueras, traidor, púdrete en prisión", llegaron a cantar. Asimismo, también se veían múltiples banderas esteladas y arengas en favor de la independencia: "ERC y JxCat, la paciencia se ha acabado", añadían los presentes.
Tanto ERC como JxCat aseguran que lo último que desean son unas nuevas elecciones, que se celebrarían en julio, pero si nada cambia en los próximos 16 días, el 26 de mayo expirará el plazo límite para investir a un nuevo president y habrá repetición electoral.
La situación se tensó el pasado sábado, cuando el candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, anunció que ya no seguiría negociando un gobierno de coalición con JxCat. Los republicanos mostraban así su intención única de gobernar en solitario, investir con urgencia a Aragonès y, a lo largo de la legislatura, plantearse la incorporación de JxCat.
Casi tres meses después de las elecciones del 14F, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha explicado que su partido se siente "decepcionado y estafado" por JxCat y, para no seguir dilatando la negociación, Esquerra solo buscará a partir de ahora un Govern en solitario, con el apoyo externo de JxCat, la CUP y los comunes. "Es un paso firme, no una jugada táctica", defiende Vilalta.