El magistrado Joaquim Bosch la facilidad a la hora de inscribir a estos pequeños, nacidos por gestación subrogada, en España es un incentivo para la práctica. "No se debería incentivar de una manera tan sencilla la inscripción registral cuando procede de prácticas contrarias a los Derechos Humanos y a la dignidad de las mujeres gestantes y de los menores. En nuestro país hay un incentivo claro el que sea relativamente sencillo inscribir y regularizar después la situación, una que está prohibida".

El experto cree que el problema central es el hecho de que exista un mercado que pone precio. "Me parece que en estos momentos es más importante ver como regularizamos y que haya coincidencia entre lo que dice la ley y la realidad práctica de esos miles de casos. Esto genera muchos problemas incluso dificultades para que los propios menores regularicen su situación", explica.

Por otro lado, cree que la llamada gestación altruista presenta problemáticas, pues asegura que imposibilita que se puedan controlar situaciones de fraude. "En países donde se regula esta cuestión de manera más avanzada, como Canadá o Reino Unido, lo cierto es que las cifras son bastante bajas porque es difícil que, si no hay vínculos familiares muy cercanos alguien se preste a realizar este tipo de prácticas con todos los costes biológicos y personales que se generan", ha añadido en directo.