El fin de semana ha dejado una reunión entre dos de las personas más importantes en el proceso independentista en Cataluña, personas que pasaron de ser aliados por el objetivo de la independencia a rivales. Según avanzaba 'El Nacional' y ha podido confirmar laSexta, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras se vieron el domingo en Waterloo (Bélgica) en una reunión que se prolongó durante cinco horas.
Fuentes consultadas por laSexta desmienten que Junqueras rechazase apoyar la investidura de Puigdemont. Entre los presentes a dicha reunión también estaba Jordi Turull, un encuentro que desde Junts califican de una "buena noticia para el independentismo", en palabras del portavoz de la formación, Josep Rius. "Apostamos por la unidad del independentismo", ha insistido.
En Al Rojo Vivo, Oriol March, jefe de política de 'Nació Digital', detalla la relación que existe entre Puigdemont y Junqueras tras años de distanciamiento. Tanta es la tensión que no se han visto a solas desde 2017, existiendo una "mala relación" entre ambos. "Podríamos decir que han llegado a ser enemigos íntimos en los últimos años", confiesa.
Esto podría suponer un cambio de tendencia entre las principales formaciones independentistas, con Puigdemont intentando "rehacer la unidad en el mundo independentista" como alternativa a una presidencia del Govern de la Generalitat de Salvador Illa. No obstante, esta unidad ahora es complicada, ya que existen varias voces dentro de ERC, no solo la de Junqueras.
"No hay un solo interlocutor válido. En ERC hay dos sectores, uno de Junqueras y otro de Marta Rovira. Aunque Junqueras es muy importante dentro del partido, no es el presidente de ERC, dejó su cargo después de las elecciones europeas. Hay mucha gente que tiene expectativas en que estas reuniones sirvan para avanzar en la estrategia de unidad del independentismo, que se perdió hace mucho tiempo", sentencia March.
Irán culpa a EEUU e Israel
Álvarez-Ossorio, tras la caída de Al Assad: "Irán está más débil y aislado en Oriente Medio que nunca"
El catedrático ha asegurado en Al Rojo Vivo que la caída de Bashar Al Assad supone "un problema para Irán", recordando que en los últimos meses no ha dejado de ver cómo pierde terreno en Gaza y Líbano.