En la guerra Israel-Hamás, los ataques en el sur de intensifican y China considera con "gran preocupación" la situación en la Franja de Gaza, que califica como muy seria. Así, y según asegura Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes de la Universidad Complutense de Madrid, "estamos ante un cambio de ciclo".

Y lo explica de este modo: "China se ha convertido en uno de los principales socios comerciales de la mayor parte de los países petrolíferos, incluido Arabia Saudí, que es el gran aliado estratégico de EEUU desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Y quiere tener cada vez más voz en la región, no solo desde el punto de visto económico-comercial sino también político y diplomático".

Por lo que, "claramente, China se ha cansado de ser un espectador y quiere ser un actor. Puede representar los interés y las voces del sur global, que no son aliados incondicionales de Israel y que probablemente tenga una posición más equilibrada en el conflicto Palestina-Israel", añade Álvarez-Ossorio.