Ignacio Aguado, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, ha afirmado que mantenerse confinados "no mata el virus", para defender la posición del Ejecutivo regional de pedir pasar a la fase 1 de la desescalada a partir del 11 de mayo. Si Sanidad no les da su visto bueno para saltar a la siguiente fase, "será un jarro de agua fría, para los autónomos, para las pymes", ha asegurado.

En una entrevista en Al Rojo Vivo, Aguado ha sostenido que hay que acostumbrarse a protegerse hasta que haya una vacuna, y ha insistido en que la Comunidad va a exigir que sea obligatorio el uso de mascarilla en espacios cerrados y establecimientos y "extremadamente recomendable" en espacios públicos: "Vamos a tener que aprender a convivir con la mascarilla", ha sentenciado.

Asimismo, ha reconocido que ha habido debate dentro del Gobierno regional de coalición de PP y Ciudadanos a la hora de decidir si solicitaban el cambio de fase: "Hubo debate y llegamos a la conclusión de que lo mejor para Comunidad de Madrid era pasar a la Fase 1", ha dicho, apelando a la responsabilidad de todos.

Después de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, haya dicho que no les ha llegado aún la documentación oficial para la solicitud, Aguado ha asegurado que "está a punto de enviarse", si es que no se ha hecho ya.

Aguado responde al temor de los sanitarios: "Si no permitimos que los negocios vuelvan a abrir, habrá personas que no tengan qué comer"

Durante la entrevista, el vicepresidente madrileño ha podido escuchar los testimonios de varios sanitarios que han expresado su cansancio y, sobre todo, su temor ante la posibilidad de que se produzca un repunte con la desescalada.

"Nadie tiene certeza de lo que puede suceder en las próximas semanas o meses", ha reconocido el dirigente de Ciudadanos, que ha apuntado que "el virus no viene con un manual de instrucciones".

Así, aunque ha admitido que "hay todavía muchas preguntas a las que no sabemos responder", Aguado ha defendido "salvar el mayor número de vidas posibles y también salvar al mayor número posible de personas de caer en la pobreza". "Si no recuperamos nuestra actividad económica, si no permitimos que los negocios vuelvan a abrir, habrá personas que no tengan qué comer", ha argumentado.